Esta pieza surge a raÃz de la conexión entre un felino y yo. La melodÃa varÃa conforme los momentos vividos; inicia con un sentimiento de plenitud y cambia drásticamente hacia un sentimiento de vacÃo, angustia, desolación e impotencia ante el despojo repentino de un ser querido. Decidà terminar esta pieza como un homenaje a un gran maestro y amigo que, aún no perteneciendo a mi especie, me enseñó una nueva perspectiva de la vida.